En esta entrada vamos a hablar sobre la defensa en el fútbol intentando desgranar el juego de manera general y entendible. Hay que tener en cuenta que el fútbol cuenta con infinidad de detalles micro que pueden variar el resultado de la siguiente acción. En la anterior entrada (aquí) te he hablado del ataque.
Lo más importante para entender la defensa es tener claro cual es el objetivo fundamental de esta fase del juego: Evitar el gol en nuestra portería . Para ello debemos evitar o minimizar el número de veces que el rival lleve la pelota a la zona de finalización o Zona 3.
Una vez tenemos claro el objetivo, hemos de ser capaces de desgranar la defensa en sus distintas fases y las posibilidades que nos brinda. Para hacerlo vamos a ver la siguiente imagen:

Igual que en el ataque hablábamos de tres fases, en función sobretodo de la zona del campo dónde se encontraba el balón, en defensa también podemos hablar de 3 fases. Estas fases son:
- 1. Defender la Salida de balón, en la que el objetivo es evitar que el contrario avance con el balón con ventaja a la zona de progresión y/o finalización.
- 2. Defensa de la Progresión, en la que el objetivo es evitar que el contrario lleve la pelota con ventaja a la zona de finalización.
- 3. Defensa de la Finalización, en la que el objetivo es evitar que el contrario finalice la jugada con un tiro a puerta y, por tanto, que nos meta gol.
Una vez tenemos claras las 3 fases viene la primera gran pregunta:
¿Cuál es la estructura que puedo adoptar para conseguir tener éxito en las acciones?
La respuesta a esta pregunta es compleja y se deberá responder atendiendo principalmente a dos factores:
a) El modelo de juego de mi equipo o ¿qué directrices tiene mi equipo cuándo NO tiene el balón?
b) El modelo de juego de mi rival o ¿qué directrices tiene el el otro equipo cuándo tiene el balón?
Después de esta pequeña introducción vamos a entrar en materia.
Defender la salida de balón
Si recordamos cuando hablábamos de ataque, dijimos que podíamos dividir la situación de salida de balón entre el saque de portería con el balón parado y el balón en juego. Será importante hacer un análisis previo para ver qué fortalezas o puntos fuertes (PF) y qué debilidades o puntos débiles (PD) tiene el rival y cómo podemos contrarrestarlas.
En general, la defensa de salida de balón puede incluir hasta 6 jugadores propios (suele ser la línea de delanteros y la de medios), pero será decisión de cada entrenador elegir cuántos jugadores involucramos y qué tipos de trayectorias haremos para ello.
I. Saque de portería del rival:
Al estar el balón plantado, el rival tiene tiempo para mirar y observar qué situación le interesa más poder jugar en función de sus fortalezas. Por ejemplo, imaginemos que nuestro rival tiene un 9 alto y fuerte que acostumbra a ganar todas las acciones, al rival le puede interesar jugar directo sobre su referencia. En este caso, a nosotros nos interesa más protegernos e ir a recoger la 2ª jugada reduciendo los espacios para dificultar que puedan acabar llegándonos al área. De modo que nos REPLEGAREMOS e invitaremos al rival a jugar en corto para evitar que jueguen directo.
La otra opción es que el rival sea muy bueno en el juego asociativo, que sea un equipo dominante con el balón, al que le gusta tener el balón y te va sometiendo con el paso de los minutos. El saque de puerta puede ser una opción para reducir el tiempo en el que el rival va a estar en disposición del balón y podemos decidir igualarles para obligarles a que jueguen directos y así intentar hacernos con el control del balón.
Las preguntas que debemos hacernos aquí son:
¿Dónde he dejado espacios libre que puede ocupar mi rival con el balón?
¿Qué movimientos hacen para buscar crear/ocupar estos espacios libres?
¿Por dónde tiene el rival más facilidad para progresar?
II. Balón en juego por parte del rival:
Al estar el balón en juego, podemos elegir si le acortamos o no tiempo y espacio al rival. Es este caso será importante decidir des de que estructura partiremos des de el balón parado y decidir qué estructura adoptaremos con el balón en juego. La estructura será la de igualar saltando a poseedor, esperar o situarnos en intermedias.
Defender en intermedias significa situar a un jugador defensor entre dos jugadores atacantes buscando optimizar el espacio y poder así llegar a defender a todos lados. El salto se realizará al jugador que vaya a recibir el balón. Es importante no anticipar este salto para evitar que no superen y conecten con un jugador a la espalda.
Las opciones que tenemos aquí será si saltamos o esperamos:
En caso de saltar: Tendremos que decidir si saltaremos a portero para acabar de cerrar la presión o, en caso de jugar con él, esperaremos a que vuelvan a jugar hacia adelante. En caso de elegir saltar los recorridos suelen ser mucho más largos que si decidimos esperar.
En caso de esperar: Esperaremos hasta que jueguen y tendremos que decidir cuándo y a qué jugador empezaremos a saltar. Es inevitable que, en caso de querer tener el balón, los saltos se tendrán que dar en algún momento aunque la distancia de estos saltos es mucho más corta.
Defender la progresión
A la hora de defender la progresión, tendremos que dividir las prioridades en función de si el balón está en el carril central o por dentro, o en el carril lateral o por fuera. Aquí involucramos, por norma general a la línea de medios, y podemos involucrar a la línea de defensas con algún salto de un jugador que sale de zona y también tendremos que involucrar a la línea de delanteros para cerrar las presiones.
Defender la progresión por dentro
A la hora de defender la progresión por dentro tendremos que hacernos 2 preguntas muy importantes:
- ¿Cuántos jugadores acumulan?
- ¿Qué espacios buscan generar / ocupar?
Una vez tengamos claro los jugadores que acumula el rival, mediante el proceso de ir contando jugadores, tendremos claro cuántos efectivos hemos de incluir. Aquí veremos si ellos nos pueden generar algún tipo de ventaja.
Mediante las trayectorias que haga el rival también tendremos que ser capaces de descubrir qué espacios buscan generar y ocuparnos. Pueden intentar provocar atraernos para después jugarnos a la espalda y ganarnos el espacio.
Patrones generales de conducta para esta zona del campo:
Evitar la progresión
Una de las premisas es evitar la progresión, es decir, evitar que el rival siga avanzando con el balón. Por norma general, para evitar esta conducta tendremos que realizar trayectorias frontales o en curva, normalmente tapando lo que dejamos a nuestra espalda. De modo que buscaremos que el rival juegue en horizontal o hacia atrás.
Evitar filtrar pases interiores
Será importante aquí que el rival no pueda realizar pases interiores pues son los que nos superan a toda una línea. Así, las trayectorias que decidimos hacer para ir a presionar el balón serán las que nos permitan que el rival no consiga hacernos ningún pase interior. Normalmente, estas trayectorias son frontales, en curva o diagonales, siempre tapando lo que dejamos detrás.
Balón siempre presionado
Es importante que el balón siempre esté presionado, de modo que el rival no tendrá tiempo ni espacio para pensar y realizar la opción más éxitosa para seguir avanzando hacia nuestra portería. Lo habitual es que el balón siempre esté presionado por nuestro jugador más cercano, de modo que, a veces, calcular mal los saltos puede hacer que saltemos al impar, en lugar de a nuestro par, y se acabe generando un desequilibrio que el rival puede aprovechar en caso de salir exitoso.
Orientar a pierna no dominante
Cómo premisa, siempre hemos de intentar con nuestras trayectorias orientar el balón hacia la pierna no dominante del balón. Además, debemos de intentar orientar el balón hacia la línea de banda, pero, estando en el carril central es más difícil de conseguirlo. Por ello, mediante las trayectorias en curva será más fácil de orientar al rival hacia si pierna no dominante para que siga jugando y así facilitarnos que pueda perder el balón y poder recuperarlo nosotros.
Defender la progresión por fuera
A la hora de defender por fuera la progresión tendremos que respondernos a la siguiente pregunta:
- ¿Cómo es su amplitud y su profundidad?
Aquí tendremos que contar cuántos jugadores acumula el rival en el carril lateral, si uno, dos o tres. Lo habitual es acumular a dos, lateral + banda/extremo; aunque pueden acumular a 1 en forma de carrilero o 3 en forma de jugador interior que cae a carril lateral + lateral + banda / extremo. Una vez contados los jugadores, tendremos que poner especial atención a que tan anchos (amplitud) están, es decir, que ubicación corporal tienen respecto a las líneas de banda y qué tan largos (profundidad) están, es decir, que ubicación corporal tienen respecto a la línea del medio campo. En función de esto nosotros adoptaremos nuestro posicionamiento, teniendo en cuenta que contamos con la opción del fuera de juego que siempre juega a nuestro favor para tratar de hacer el espacio más pequeño.
Patrones generales de conducta para esta zona del campo:
Orientar hacia línea de banda
Será importante siempre intentar orientar hacia la línea de banda, pues es aliada a la hora de recuperar la pelota. Para ello, tendremos que tener en cuenta la lateralidad del rival (pierna dominante diestra – zurda) para realizar una trayectoria acorde a nuestro objetivo. Es importante tener en cuenta que si el jugador juega a pierna cambiada, es decir, un zurdo jugando en la derecha o un diestro jugando en la izquierda tendremos que pararnos antes y dejarlo un poco más de espacio, ya que su movimiento natural será ir «hacia dentro» – carril central.
Lo normal será hacer un salto frontal con pequeña curva para seguir ofreciéndole el carril exterior o de dentro – fuera, de modo que el rival siempre quedará orientado hacia fuera.
Evitar ser superado
En carril lateral o exterior, al tener menos densidad de jugadores, será importante realizar bién los fundamentos defensivos. El prioritario aquí será que el rival no nos supere, que habitualmente, puede hacerlo mediante el dribbling, o mediante una asociación con otro jugador (ya sea pared o doblada).
Por ello, a la hora de acercarnos al rival, nos frenaremos y le daremos una distancia prudencial para evitar que con un toque nos supere y quedemos eliminados de la jugada.
Defensa de la pared
La pared es uno de los recursos más habituales para conseguir superar a un defensor, tanto en carril central como en carriles laterales. Por ello es importante realizar una buena defensa de la pared:
El defensor que se encarga del jugador que ha realizado el pase y se desmarca ha de ser rápido para girarse y defender el siguiente pase. Aquí es importante intentar cortar la carrera del rival, contactar al rival e intentar interponerse entre el balón y el rival.
El defensor que estaba en la ayuda del primer defensor, llegará sobre el pase y allí debe intentar tapar la posible zona de pase futura y evitar ser superado.
Defensa de la doblada
La doblada es un tipo de desmarque que se utiliza para intentar generar una ventaja ya sea de superioridad numérica 2 vs 1 y/o ventaja espacial, pues la ubicación en el terreno de juego y su entorno será mejor que el actual. La doblada puede darse por fuera (situación típica en la que un extremo tiene el balón y el lateral dobla al jugador por fuera) o por dentro (misma situación pero doblada por dentro o balón de extremo y un jugador de carril central ‘rompe’ a espalda del defensor).
La solución para defender aquí suele tener dos opciones:
- Cambio de oponente: El primer defensor espera la llegada de un segundo defensor y cambia de la marca, de modo que el primer defensor seguirá al jugador que realiza la doblada y el segundo defensor se quedará con el poseedor del balón.
- Manteniendo oponentes: El primer defensor espera la llegada de un segundo defensor pero no cambiará la marca, de modo que seguirá defendiendo al poseedor del balón. Será interesante que con su trayectoria y ubicación dificulte el pase del poseedor y así ayude a su compañero a llegar en la mejor situación posible.
Aquí hay una tercera opción y es que el jugador defensor no reciba la ayuda de algún compañero ya que no llegan a tiempo. Es por este motivo por el cual tendrá que defender la situación en inferioridad numérica.
Defender la finalización
En esta zona del campo es muy posible que el rival acabe con un balón en nuestro área y/o con un disparo a nuestra portería, pues están ya muy cerca de conseguir su objetivo: el gol.
En esta zona es quizás dónde los jugadores tienen más desempeño pues así pueden conseguir más éxito y evitar el desastre final, el gol del rival.
Es importante que en esta zona del campo el balón siempre esté presionado, pues tener el balón descubierto puede ser sinónimo de catástrofe, ya que le permitimos espacio y tiempo al rival para realizar la acción más beneficiosa para sus intereses.
Por norma general, en esta zona llegamos a defender con hasta 9 jugadores: el portero, línia defensiva, línia de medios y puede ser que algún jugador de la línea atacante esté implicado también.
Defender la finalización por dentro
Hay que tener en cuenta que por dentro siempre está la portería en el horizonte, pues cada vez que un rival levanta la cabeza y mira hacia delante, ve la portería.
Aquí será importante realizarse la siguiente pregunta:
- ¿Qué tipo de desmarques suelen realizar los puntas rivales?
Será mediante el análisis que podremos tener una visión general de qué características tienen los delanteros rivales. Tendremos que decidir cómo defendemos a los rivales, es decir, ¿les seguimos a todo el movimiento rival? o ¿seguimos el inicio de su movimiento y lo abandonamos cuando el poseedor realice un pase y así dejarlo en fuera de juego? La respuesta a estas dos preguntas serán claves en esta zona del campo.
Tapar tiro
La premisa aquí será intentar siempre situarnos entre el balón y nuestra portería para evitar que el rival dispare a puerta, de este modo, va a resultar más difícil que pueda llegar a tener éxito ese disparo o, al menos, poder molestar al rival para que no dispare de manera cómoda.
Evitar filtrar pases interiores y Orientar a pierna no dominante
Aquí será igual que en la defensa de la progresión.
Cerrar rechaces
Será importante no desconectar de la acción una vez se haya producido un tiro y poder estar pendiente de ir a por el rechace para acabar la jugada y alejar el peligro. Muchas veces ocurre que el equipo atacante es el que acaba aprovechando un rechace del portero y acaba consiguiendo éxito en la acción.
Defender la finalización por fuera
Si hemos de generalizar, las acciones por fuera suelen terminar con un centro al área o con un pase atrás en la mayoría de las acciones.
Por eso, hay que realizarse las siguientes preguntas:
- ¿Cómo defendemos el área?
- ¿Cuántos jugadores acumulan?
- ¿Qué zonas de remate ocupan?
Aquí será importante tener claro si defendemos el área en zona o al hombre. Ello va a depender de las características de nuestros jugadores y qué dominan más. Para decidir esto, también será importante contar jugadores rivales para saber cuántos jugadores llegan al área y qué zonas de remate ocupan y qué % de éxito tienen en estas acciones. En ello, el análisis juega un papel fundamental para trazar un buen plan y qué permita anticipar posibles acciones que pueden darse a lo largo del partido.
Reducir distancias
Será importante reducir todas las distancias con nuestros rivales para así conseguir tener siempre el balón presionado en caso de pase y tener siempre referenciados a nuestras amenazas para intentar ganarles la acción y evitar que nos consigan una ventaja posicional.
No ir al suelo
Ir al suelo ha de ser un recurso que hay que tener muy claro y con una probabilidad muy alta de éxito pues en caso contrario el jugador defensor quedará anulado de la acción permitiendo tiempo y espacio elevado y una superioridad numérica en el rival.
Y tu, ¿qué crees que es importante a la hora de defender?
Te leo,
Abrazo de gol.