Después de las entradas en las que desgranábamos un poco más en profundidad el juego, vamos a centrarnos en aspectos más micro sobre cómo defender los centros laterales.
Es importante tener en cuenta que el centro al área suele ser una de las opciones más habituales a la hora de intentar finalizar las acciones de ataque. Es por ello que hay que centrar mucho la atención en los aspectos más pequeños del juego, que a su vez, pueden marcar la diferencia. Es por ello por lo que, después de hablar en esta entrada, de una propuesta del comportamiento general de la línea defensiva, explicada por el técnico Unai Emery, aquí vamos a centrarnos en el jugador.
Por norma general, hemos de tener puesta la atención en:
Priorizar la defensa de la portería
Es importante intentar reconocer rápidamente qué jugador atacante puede resultarnos más dañino para nuestros intereses. En general, este jugador será el más cercano a portería, por tanto, hay que priorizar la defensa de la portería.
Reconocer al rival
Es de vital importancia que cada defensor asuma sus responsabilidades en este tipo de acciones. Es importante reducir al máximo la distancia con el atacante con el que esté emparejado para intentar ganar el posible duelo que puede darse. Por ello, intentaremos siempre establecer contacto físico con el atacante para saber en todo momento dónde está y hacia dónde puede moverse.
Un ejemplo muy claro es esta secuencia en el partido que jugaron el Manchester United contra el Newcastle con resultado de 0-2.

En esta imagen se ve el inicio del 0-1. La línea de 5 defensores del ManU prácticamente sin referencias.

El balón termina llegando al lateral Hall que tiene mucho tiempo y espacio para recibir. En el área llegan 4 jugadores del Newcastle con ventaja posicional, ya que ninguno está marcado.

El remate de Isak sin oposición. Pero no solo está el delantero, sino que llegan hasta 2 compañeros más libres de marca o con la marca por detras, por tanto, con el duelo perdido, a la zona del balón.
Orientación corporal óptima
Es aquella posición en la que el jugador defensor puede tener una buena visión, no solo del balón, sino también del rival. Esta posición ha de permitir abarcar el máximo campo de juego posible, ya que así, además de ver al atacante, en caso de tener que realizar un despeje, podrá orientarlo de manera más adecuada a las zonas determinadas por el entrenador.
En esta secuencia tambien del ManU – Newcastle podemos observar lo siguiente:

La orientación corporal de Mazraoui no le permite ver lo que llega a su espalda. Además Maguire está de cara a su portería sin mirar el balón, mal perfilado.

Se puede ver la misma situación segundos antes de que el centrador reciba el balón. Esto acaba propiciando que, aunque el ManU tenga más jugadores en el área, esté prácticamente en situación de desventaja, ya que no existe una responsabilidad real ni efectiva sobre la defensa de la portería.

Con un simple cambio de ritmo, el jugador atacante ya es capaz de ganar el duelo y ser un potencial rematador del centro al area.
Girar el cuello
Una vez hemos reconocido al rival y tenemos una orientación corporal óptima, es importante que el defensor vaya girando el cuello para poder ver siempre balón – jugador, de este modo va a poder reconocer futuras acciones y estar prevenido.

Nueva situación del mismo partido. Hasta 6 jugadores del ManU con opciones de llegar al centro del área propia para defender. Solo hay 2 jugadores atacantes. Pero la distancia entre jugadores es muy grande y no hay giros de cuellos, ni identificaciones de las referencias para reducir estas distancias y asumir la responsabilidad de defender el centro.

El resumen, centro al área y duelo ganado por los jugadores atacantes que acaba con el 0-2 en el marcador.
Mentalidad positiva
Es importante adoptar una buena mentalidad a la hora de defender. Por norma general, los equipos que adoptan mentalidades positivas a la hora de defender, asumiendo que la defensa es una parte fundamental de este juego, y aceptando estos momentos cómo inherentes en el juego, aplicándose y disfrutando de esta fase, suelen ser los equipos que más duelos ganan y que más dificultad presentan a la hora de encajar un gol.
Como entrenadores, este último punto es importante, ya que nos puede brindar una seña de identidad muy clara de qué equipo aspiramos a construir. Conseguir que todo el equipo se implique en defender no es una tarea sencilla y tiene un mérito muy grande cuando se ven equipos que disfrutan de este proceso.
Al final, en este juego tan complejo, se desencadenan muchas situaciones distintas a lo largo de los 90 minutos. De los entrenadores y de su entrenamiento depende favorecer el poder vivenciar situaciones parecidas en el entrenamiento que ayuden al jugador a poder identificarlas y solucionarlas positivamente en el partido.
Abrazo de gol.