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Entendiendo el juego (Parte 1): El ataque

En esta entrada vamos a hablar sobre el ataque en el fútbol intentando desgranar el juego de manera general y entendible. Hay que tener en cuenta que el fútbol cuenta con infinidad de detalles micro que pueden variar el resultado de la siguiente acción.

Lo más importante para entender el juego de ataque es tener claro cuál es el objetivo fundamental de esta fase del juego: Conseguir meter gol en la portería contraria. Para ello debemos llevar la pelota a la zona de finalización o Zona 3.

Una vez tenemos claro el objetivo, hemos de ser capaces de desgranar el ataque en sus distintas fases y las posibilidades que nos brindan. Para hacerlo vamos a ver la siguiente imagen:

Fuente: Elaboración propia

En esta imagen podemos ver claramente las 3 fases de un ataque y las distintas zonas del campo. Estas fases son:
1. Salida de balón, en la que el objetivo es llevar la pelota con ventaja a la zona de progresión y/o finalización.

2. Progresión, en la que el objetivo es llevar la pelota con ventaja a la zona de finalización.

3. Finalización, en la que el objetivo es conseguir finalizar la jugada con un tiro a puerta.

Una vez tenemos claras las 3 fases viene la primera gran pregunta:
¿Cuál es la estructura que puedo adoptar para conseguir tener éxito en las acciones?

La respuesta a esta pregunta es compleja y se deberá responder atendiendo principalmente a dos factores:
a) El modelo de juego de mi equipo o ¿qué directrices tiene mi equipo cuando tiene el balón?
b) El modelo de juego de mi rival o ¿qué directrices tiene el otro equipo para quitarme el balón?

Es aquí dónde entran aspectos como coordinar movimientos mediante gestos, miradas, reconocerse a través del propio juego… es decir, se requiere de TIEMPO (tengo una entrada que hablo un poco de ello, aquí).

Después de esta pequeña introducción vamos a entrar en materia.

Índice

    SALIDA DE BALÓN

    Podemos desgranar la Salida de Balón en dos opciones: El balón está plantado por qué ha sido saque de puerta y ha de ser puesto en juego o bien el balón está en juego.

    Normalmente, las estructuras de los dos equipos difieren dependiendo de si el balón está o no en juego y eso hace que tanto nosotros como el rival pueda adoptar patrones diferentes.

    Saque de puerta

    En esta situación el balón ha de ponerse en juego, cosa que nos da tiempo para mirar y para pensar. La primera gran pregunta es ver cómo nos defienden. Normalmente, los equipos rivales suelen estirar su bloque para evitar o incomodar la salida de balón. En esta situación suelen existir distintas opciones:

    a) El rival nos iguala, significa que empareja a sus jugadores con los nuestros en situaciones de 1 vs 1. Es la situación que más dificulta el poder jugar, pero la que más riesgos toma el rival también.

    b) El rival se sitúa en intermedias, significa que sitúa sus jugadores entre dos jugadores nuestros, de modo que no quedan tan expuestos y un jugador es capaz de llegar a cualquiera de sus dos hombres si recibe el balón.

    Normalmente, cuando el rival no nos iguala y se sitúa en intermedias podemos hablar de situaciones de 8 vs 6, normalmente será nuestra línea defensiva (4 jugadores), nuestra línea de medios (3 jugadores) y nuestro portero (1 jugador). Estos serán 8 jugadores. ¿Y los 3 jugadores restantes? Estarán sujetando a su línea defensiva (4 jugadores rivales + portero).

    Imagen propia: partido FCB – Valencia de La Liga 24/25

    En esta imagen podemos ver los jugadores de azul y de blanco separados. En la primera parte vemos un 8 vs 6, contando portero, centrales, laterales, pivote e interiores por parte de los azules y dos puntas y línea de medios por parte de los blancos. En la segunda parte del campo vemos a 3 azules, extremos y delantero, contra la línea defensiva de los jugadores blancos.

    Aquí tendremos que volver a formular las grandes preguntas:

    ¿Dónde están los espacios libres?
    ¿Qué movimientos pueden hacer mis jugadores para generar espacios?
    ¿Por dónde es más fácil salir con el balón para progresar?

    Balón en juego

    Es esta situación el balón está en juego y, por tanto, no tenemos tanto tiempo para pensar y para mirar. Aquí será importante hacerse las preguntas adecuadas para ir, con el paso de los minutos, solventando las situaciones.

    Las preguntas más importantes que hay que hacerse son:
    ¿La Salida de Balón es contra 1 punta o contra 2?
    ¿Son muy agresivos en los saltos?
    ¿Quién salta a quién?
    ¿Saltan a portero o no saltan a portero?
    ¿Dónde encuentro los espacios?

    Será importante estar atentos y responder rápido a estas preguntas por qué, por ejemplo, si nos presionan con dos puntas podemos hacer salida con 3 jugadores, ya sea con un lateral que baja altura o con un pivote. O quizá no son agresivos en el salto y nos esperan a que los centrales progresen con el balón para saltar. Qué movimiento tendrán que hacer mis pivotes para facilitar la progresión de los centrales.
    Y a mis laterales quién salta. Saltan con un jugador de dentro o saltan con un jugador de fuera.
    Mi pase de emergencia a portero es seguro por qué el rival no va a buscarlo o sí que van a presionar al portero y, por tanto, tengo menos tiempo.
    Con los movimientos de su estructura, dónde dejan los espacios libres para que yo pueda atacarlos.

    PROGRESIÓN

    Podemos desgranar la progresión de balón en dos opciones: la progresión sucede por carriles interiores o por dentro; la progresión se da por carriles exteriores o por fuera:

    a) Progresión por dentro

    b) Progresión por fuera

    Progresión por dentro

    Una de las primeras cosas que hay que tener en cuenta a la hora de querer progresar por dentro es fijarse en la amplitud y la profundidad del bloque rival. Si el bloque es compacto, es decir, hay poca distancia entre sus líneas y es estrecho, poca distancia entre los jugadores de la misma línea, progresar por dentro va a ser más difícil de conseguir en un primer momento. Para poder conseguirlo se van a tener que establecer unos patrones colectivos para que el equipo pueda llegar a conectar con jugadores interiores.

    ¿Cuáles son estos patrones?

    La primera cosa va a ser tener claro qué jugadores inician los movimientos previos para poder recibir en posiciones interiores, lo que denominaremos, «recibir en los cuadrados» o para facilitar esa apertura de espacios para que los ocupen otros jugadores. Generalmente, para estirar un bloque, necesitamos movimientos coordinados de uno o más jugadores, generalmente de la última línea y que amenacen la profundidad. En este sentido, la imagen que nos viene a la cabeza es la del punta rompiendo al espacio. En ese momento tendremos que ver qué hace su par, en este caso, el central. Las opciones son 2:
    a) lo persigue siempre.
    b) lo persigue los primeros metros y luego lo deja para buscar el fuera de juego (situaciones de la línea defensiva del Barça de Flick).

    Progresión por fuera

    En general, la progresión únicamente por fuera suele ser muy difícil, ya que el rival cuenta con un aliado inamovible, la línea de banda. En este sentido, los jugadores que suelen progresar por fuera son los laterales y los bandas/extremos. Estas progresiones suelen darse con efectividad cuando combinamos el fuera – dentro – fuera, es decir, combinamos pases desde los carriles exteriores hacia carriles interiores para volver a dejar el balón en el carril exterior.

    Es importante responderse a las siguientes preguntas:

    ¿Con cuántos jugadores nos defienden? Nos igualan por fuera o tenemos tiempo de montar una superioridad numérica.

    ¿Cómo saltan los jugadores rivales? Normalmente, en estos casos los saltos se producen de dentro – fuera, aunque puede ser también que el salto sea de fuera – fuera. En cualquier caso, la pregunta ha de ser cómo podemos conectar con el jugador que dejan a sus espaldas.

    ¿Qué movimientos vamos a hacer para ocupar los espacios libres? Observando la estructura rival, hemos de ser capaces de reconocer los espacios libres y encontrar soluciones para poder ocuparlos y recibir el balón es este contexto.

    FINALIZACIÓN

    Llegamos al último tercio de campo, el de finalización. Aquí las opciones suelen ser 2, o llegamos por carriles exteriores (por fuera) o llegamos por carriles interiores (por dentro).

    Llegar por fuera

    Normalmente, si llegamos por fuera, las opciones de finalización son mediante un centro al área. Este centro suele ser el centro lateral, aunque también puede ser un centro de 3/4 de campo (muy típico en el Eibar de Mendilíbar). Otra opción menos frecuente aunque más efectiva es el pase atrás, a través de penetrar la defensa rival por línea de fondo.

    Pero vamos a centrarnos en el centro lateral. Las preguntas que debemos hacernos y lo que debemos observar es lo siguiente:
    ¿Cuántos rivales hay en el área? Es importante contar los jugadores rivales para ver dónde podemos hacerles más daño a la hora de conseguir tener éxito.
    ¿Con cuántos jugadores llegamos al área nosotros? Normalmente, se suele llegar con un mínimo de 2 jugadores y un máximo de 5.
    ¿Qué espacios más desprotegidos deja el rival? Quizá el rival se centra mucho en defender la portería y deja desprotegida la zona de la frontal del área, en este caso, suele ser más efectivo buscar un pase hacia esta zona que no meter el balón al área.
    ¿Cómo son los marcajes del rival? Los jugadores rivales son agresivos, mantienen una buena orientación corporal, contactan con el jugador a marcar…

    También es importante definir las zonas de remate, qué jugador ocupará cada zona de remate y ajustar el timming de los jugadores atacantes (iniciar el movimiento en el momento justo).

    Llegar por dentro

    Las llegadas por dentro suelen venir dadas de una progresión por los cuadrados. Normalmente, hay dos acciones claves para materializar estas llegadas que suelen ser el pase o la conducción. El pase suele superar a una línea y nos permite recibir en un espacio en el que nos tenga que saltar un jugador de la última línea. Es importante diferenciar los pases que recibimos para encarar a la última línea o para superar a la última línea.

    Pases habituales a la hora de finalizar

    El primero de ellos, suele venir dado por un movimiento de un jugador que suele llamarse de»apoyo» para acercarse al poseedor del balón buscando un espacio libre a la espalda de la línea que acosa al jugador con balón.

    El segundo, suele ser un pase a la espalda de la última línea con un movimiento de un jugador – compañero llamado «de ruptura». Este último suele venir dado con un pase en profundidad, ya sea raso o por arriba y la intención es conseguir contactar con el compañero lo más cerca posible del portero rival (en esta otra entrada hablamos de los desmarques que propuso en su momento Marcelo Bielsa).

    Conducciones típicas a la hora de finalizar

    La otra opción es la de conducir. Normalmente, la conducción nos implica ir hacia el rival para poder encararlo y superarlo mediante el regate. Esta conducción puede darse habitualmente con dos motivos:

    El primer motivo es el de superar a nuestro par y así ganar el duelo/acción y tener espacio libre para llegar a la portería rival.

    El segundo motivo, es el de ir a fijar a nuestro par o al impar (es decir, el jugador defensor que tiene asignado otro compañero) para que fije su atención en mí, deje al jugador-compañero descuidado y este último pueda realizar un movimiento que le permita beneficiarse con un posible pase. Es lo que llamamos la acción de ir a fijar y jugar un 2vs1. Este movimiento del compañero suele ser el de separarse para ganar tiempo y espacio o el de romper a la espalda de este defensor.

    Con esto concluimos la primera parte de desgranando el juego. Seguiremos analizando el juego desde la perspectiva de la defensa.

    ¿Y tú, qué aspectos crees que son vitales para poder analizar el juego?

    Te leo,

    Abrazo de gol.

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